26 febrero 2017

Los tres tenores de la Notte Magica

Cartel del Tour 2017 de Il Volo

          En el mes de marzo de 2017, Il Volo comienza un largo tour mundial que les llevará a un gran número de ciudades de América, Europa y Asia. El espectáculo lleva el mismo nombre del último álbum del grupo: Notte Magica: A Tribute to the Three Tenors. Vamos a recordar a esos tres tenores que están homenajeando los chicos de Il Volo. Se trata de Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras.

          Luciano Pavarotti nació en Módena en 1935 y murió en su ciudad natal en 2007. Aunque en su juventud trabajó como maestro, acabó dedicándose a su auténtica pasión: la música y el canto. Debutó a principios de los años 60 del siglo XX y en menos de siete años, ya era una auténtica celebridad en el mundo de la ópera convirtiéndose en uno de los cantantes más famosos de todos los tiempos. A partir de los años 90, se acercó a la música popular, realizando numerosos duetos con varios cantantes como Eros Ramazzotti, Sting, Andrea Bocelli, Celine Dion, Elthon John, Frank Sinatra o Michael Jackson, entre otros.

          Plácido Domingo nació en Madrid en 1941, aunque a los ocho años de edad se traslada con su familia a México, país que se convirtió en su segunda patria: de hecho tiene la doble nacionalidad española y mexicana. Sus padres eran cantantes de zarzuela, género musical español parecido a la ópera pero que incluye partes habladas. Debutó como cantante de ópera en 1959 y a lo largo de los años 60 se consagró internacionalmente. La versatilidad de su voz le ha permitido cantar como barítono y como tenor, y actualmente es el director general de la Ópera Nacional de Washington y de la Ópera de los Ángeles.

          José Carreras nació en Barcelona en 1946 y mostró sus aptitudes como cantante desde niño, aunque su debut profesional se produjo en 1970. Enseguida llamó la atención de la gran soprano Montserrat Caballé que le invitó a cantar en la producción Lucrezia Borgia, que fue el primer gran éxito de Carreras. En 1987, cuando se encontraba en la cumbre de su carrera, enferma de leucemia, de la que se recuperó tras un largo tratamiento y un autotrasplante de médula, reanudando su carrera, que continúa hasta ahora.

         En 1990 los tres tenores eran cantantes de ópera consagrados; sin embargo, en este año consiguieron el éxito popular y multitudinario gracias al gran concierto que celebraron en las Termas de Caracalla. Con ocasión de la celebración de la final de la Copa  Mundial de Futbol de Italia, se organizó un concierto con el fin de recaudar fondos para la Fundación Contra la Leucemia de José Carreras y para celebrar el regreso del cantante a su actividad artística después de haber superado su enfermedad. Se eligió como marco para el concierto las ruinas romanas más extensas que se conservan: las Termas de Caracalla, en Roma, unos baños públicos construidos en la época imperial romana (212-217 d.C.), durante el gobierno del emperador Caracalla. Se trataba de un magnífico y enorme complejo en el que, además de los baños, había extensos jardines, vestuarios, gimnasio, medio estadio y otras estancias de ocio. Artística y arquitectónicamente destacan los enormes techos abovedados y los mosaicos que decoraban los pavimentos. El edificio fue destruido por un terremoto en el siglo IX.
          En el concierto de Roma, con una gran orquesta dirigida por Zubin Mehta y retrasmitido por televisión a todo el mundo, se interpretaron algunas de las mejores arias de ópera para tenor, pero también canciones populares. El éxito del concierto fue enorme, y tanto los discos como las cintas de video rompieron records de ventas de música clásica. Los tres tenores siguieron cantando juntos con motivo de la celebración de las finales de la Copa Mundial de Futbol en 1994 en Los Ángeles (EEUU), en 1998 en París (Francia) y en 2002 en Yokohama (Japón). Además, celebraron conciertos en otras ciudades como Londres o Nueva York, llevando en ocasiones la música clásica a estadios y otros grandes espacios.

           Los conciertos y las grabaciones de los Tres Tenores acercaron la ópera y la música clásica al gran público. Sin embargo, muchos  aficionados puristas a la ópera criticaron esta iniciativa por considerar que la ópera se debe cantar en teatro y no en grandes espacios con micrófonos y altavoces. También algunos vieron con desconfianza la “comercialización” de la música culta. A pesar de estas críticas, los tres tenores siguieron defendiendo la necesidad de acercar este tipo de música a las grandes masas.

          Il Volo, con su álbum y espectáculo Notte Magica: A Tribute to the Three Tenors, según sus propias declaraciones, no quieren imitar a estos tres grandes tenores que ya forman parte de la historia de la música, sino brindarles un homenaje recordando aquel acontecimiento de repercusión mundial celebrado en 1990. Como ha declarado Plácido Domingo, mucha gente empezó a escuchar música clásica con los Tres Tenores, y ahora Piero, Ignazio y Gianluca van a continuar la idea que iniciaron estas grandes figuras de la música.

https://www.youtube.com/watch?v=h4ffbE3zoes
Domingo, Carreras, Mehta y Pavarotti (YouTube.com)




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20 febrero 2017

Ignazio Boschetto y los ojos de Dalí


http://www.ilrestodelcarlino.it/bologna/cosa%20fare/foto/dali-experience-boschetto-il-volo-1.2869780
Ignazio Boschetto en la exposición Dalí Experience, en Bolonia. (Foto: Schicchi). Procedencia: Il Resto del Carlino


    El 4 de febrero de 2017 Ignazio Boschetto visitó la exposición Dalí Experience,  abierta al público entre el 25 de noviembre de 2016 hasta el 7 de mayo de 2017 en el Palacio Belloni de Bolonia. La exposición consta de cerca de 200 obras de la colección de Beniamino Levi, entre las que se encuentran esculturas, obras de vidrio, objetos de oro e ilustraciones que se complementan con 4 esculturas monumentales situadas en diversos puntos de la ciudad. Pero no se trata de una exposición tradicional, sino que se ha creado un recorrido interactivo y multimedia en el que se reproducen obras de Dalí y se invita al espectador a interactuar con ellas.

Cartel de la exposición
   El artista español Salvador Dalí (1904-1989) es uno de los máximos representantes del surrealismo, movimiento artístico-literario que, muy influido por las teorías de Froid, trata de expresar todo aquello que se encuentra en el inconsciente de la mente humana. Los surrealistas, por tanto, tenían en común su interés por lo mágico, lo absurdo, los sueños y por todo aquello que surja de la mente humana sin el filtro de la racionalidad, aunque la forma de expresar todo esto difiera mucho entre los diferentes artistas. En el caso de Dalí nos encontramos con un artista que, utilizando una técnica tradicional, de raíz renacentista, nos presenta escenas insólitas, oníricas y delirantes.


Ignazio Boschetto en la exposición Dalí Experience (Foto: Schicchi) Procedencia: Il Resto del Carlino


Dalí: Jirafa en llamas
            El periódico digital Il Resto del Carlino publicó varias fotografías en las que podíamos ver a Ignazio recorriendo la exposición. En una de las fotografías vemos al cantante observando una escultura, reproducción de una de las figuras del cuadro de Dalí Jirafa en llamas (1936-1937). Se trata de una mujer estilizada, que adopta una posición rebuscada, un tanto manierista, y que se encuentra anclada a la tierra (a la realidad) mediante unas muletas muy características de Dalí. Sin embargo, de su cuerpo salen unos cajones entreabiertos que sugieren los secretos que la mujer esconde en su interior y que podemos atisbar si nos asomamos a ellos.

        Pero ahora me quiero ocupar especialmente de la fotografía que encabeza este artículo, en la que vemos a Ignazio inmerso en una proyección que parece reproducir los famosos decorados que Dalí
Fotograma de Un perro andaluz, de Luis Buñuel, con la colaboración de Dalí
diseñó para la película de Alfred Hitchcock Recuerda (Spellbound, 1945), protagonizada por Gregory Peck e Ingrid Bergman. Hitchcock, muy interesado por el mundo del psicoanálisis, nos presenta la historia de un hombre con amnesia que, en un momento de la película, relata a un psiquiatra un sueño para intentar desvelar lo que se esconde detrás de su problema. Para elaborar los decorados de la escena onírica, Hitchcock recurrió a Dalí que, entre otras cosas, diseñó una especie de cortina, muy inquietante, decorada por múltiples ojos, que es la que se reproduce en la instalación de la exposición de Bolonia. Debemos recordar que los ojos son otros de los elementos más utilizados por Dalí en sus obras, y un ojo seccionado por una cuchilla de barbero fue la escena más polémica de la película Un perro andaluz (1929), del cineasta surrealista español Luis Buñuel, en la que también intervino Dalí. Tal vez la obsesión de Dalí por los ojos se deba a su admiración por Leonardo da Vinci, el cual escribió en uno de sus cuadernos de notas que el ojo es la ventana del alma.



 Escena del sueño de la película Recuerda,
de Alfred Hitchcock, con decorados de Dalí


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