24 junio 2019

Il Volo: Música en Matera


Il Volo durante el concierto en la plaza de San Pietro Caveoso 
de Matera el 14 de junio de 2019 (Créditos: @mtorped)


Il Volo escoge con mucho cuidado los escenarios en los que celebra sus conciertos, especialmente cuando se trata de hitos importantes en su carrera. Cuando presentaron el proyecto “Notte Magica” el escenario elegido fue la Plaza de Santa Croce de Florencia, como ya relatamos en otro artículo. En 2019, para celebrar sus 10 años de carrera y el inicio de su gira “Musica” en Italia, se presentaron en otro marco emblemático, Matera, que ha sido designada ciudad europea de la cultura 2019.

Situación de Basilicata, región
en la que se encuentra Matera
(Créditos: De TUBS)
Matera es una localidad muy peculiar de la región de Basilicata, en el sur de Italia. La zona histórica se encuentra situada en la ladera de un barranco tallado por un río que, actualmente, es un pequeño arroyo. Parece ser que, en época prehistórica, los pobladores de esta zona empezaron a excavar sus hogares en la propia roca del barranco, costumbre que se ha mantenido hasta nuestros días. Así se originaron los “Sassi di Matera” (piedras de Matera), que son cavernas excavadas en la roca y utilizadas como viviendas que caracterizan la ciudad histórica. Hasta finales del siglo XX se consideraba esta zona como un reducto de pobreza, puesto que estas viviendas no reunían las condiciones básicas de habitabilidad propias de la época contemporánea. Sin embargo, actualmente se ha apreciado su peculiaridad y, tras ser declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco en 1993 y ciudad europea de la cultura de 2019, se ha revalorizado enormemente convirtiéndose en un importante foco de atracción turística.

Además de los “Sassi di Matera”, la ciudad también cuenta con un importante conjunto de iglesias de alto valor histórico y artístico. Además de la catedral y otras iglesias de estilo románico, en la zona de los Sassi nos podemos encontrar en torno a unas 150 pequeñas iglesias rupestres, excavadas en la roca, algunas decoradas con pinturas al fresco que, a pesar de su sencillez, conforman un conjunto arqueológico de una enorme originalidad.

Vídeo con imágenes de la estancia de Gianluca, Ignazio y Piero
en Matera y de los dos conciertos celebrados allí.


Il Volo celebro dos conciertos en Matera. El primero, el día 14 de junio, se celebró en la Plaza de San Pietro Caveoso, en pleno casco histórico de la ciudad, en el barrio de los Sassi. Fue un concierto íntimo, con un público reducido, puesto que la finalidad de este evento era ser grabado para emitirse en Estados Unidos por la cadena de televisión PBS y en Italia por Canale 5. El segundo concierto, más multitudinario, se celebró en la Cava del Sole el 16 de junio y supuso el arranque del tour italiano del grupo. Il Volo, en esta gira mundial llamada “Musica”, quería celebrar sus 10 años de carrera combinando un repaso a sus canciones más representativas con las nuevas canciones de su último álbum, entre las que destacan tres temas inéditos: “Musica che resta”, “Vicinissimo” y “Fino a quando fa bene”.

Algo que ha sorprendido de este nuevo proyecto a los seguidores del grupo es la variación del repertorio para adaptarse a los diferentes lugares y públicos. Aunque hay algunos temas que son una presencia constante en los conciertos (como su gran éxito, “Grande Amore”), las canciones, los idiomas en que son interpretadas e, incluso, los estilos y géneros van variado dependiendo de que los conciertos se dirijan al público japonés, estadounidense, latinoamericano o italiano, como se ha podido comprobar en la gira celebrada en Japón en mayo de 2019, el concierto para la PBS, la gira italiana comenzada con el concierto celebrado en la Cava del Sole de Matera y la gira latinoamericana desarrollada entre septiembre y octubre de 2019. Muy pocos artistas en el mundo pueden permitirse el lujo de cambiar de repertorio con semejante facilidad y esta versatilidad es una de las razones por las que se puede decir que Il Volo es un grupo universal.

A continuación se ofrece una entrevista y reportaje de Euromaxx (Vida y cultura europea) acerca del concierto de Il Volo en Matera el 14 de junio de 2019.




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14 junio 2019

Il Volo, Alessandro Quarta y "Musica che resta": el nuevo Renacimiento


Gianluca Ginoble, Ignazio Boschetto, Alessandro Quarta y Piero Barone
recibiendo la ovación del público (Créditos: Rai1)




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El 8 de febrero de 2019 era el día reservado a los dúos en el Festival de San Remo y el grupo Il Volo había hecho una elección muy particular. El artista elegido para interpretar con ellos su canción fue el violinista Alessandro Quarta, músico con el que tienen muchos puntos en común. Tanto el grupo como el violinista parten de una base clasicista, a la que no renuncian, pero con un talante renovador e inusual. La actuación comienza con el protagonismo absoluto de Quarta que se presenta en el centro del escenario vestido más como un rockero que como un violinista al uso, y comienza a tocar unos acordes que me recordaron lejanamente al "Invierno" de Vivaldi. Sin embargo, esa impresión dura sólo unos segundos porque, enseguida, empieza a surgir la melodía de "Musica che resta". Cuando la introducción ya está consolidada, entran en escena Gianluca, Ignazio y Piero que se encontraban al fondo del escenario, en una escalera. Vestidos de oscuro, como el violinista, acometen la interpretación de la canción. Quarta, con su violín, les acompaña estableciendo un diálogo con las voces, que han pasado a primer plano, excepto después del primer estribillo, momento en el que Quarta vuelve a interpretar un breve solo de violín. El final de la canción es simplemente apoteósico: las tres voces más el violín se aúnan con una fuerza extraordinaria, hasta el punto de que los cuatro intérpretes terminan la actuación como si hubieran hecho un extraordinario esfuerzo físico.

El público se queda estupefacto y, cuando reacciona, se pone en pie para tributar una ovación clamorosa a los cuatro gladiadores que parece que hayan estado peleando contra los elementos. Y es que, efectivamente, estos cuatro luchadores del arte están curtidos en mil batallas contra la incomprensión y el prejuicio. Tanto Il Volo como Quarta, se han convertido en representantes de la música y la excelencia italiana, pero se han tenido que enfrentar al silencio y, en el caso de Il Volo, a la clara hostilidad de un sector de la prensa especializada que parece avergonzarse de su tradición cultural.

Por otra parte, la canción que interpretaron, “Musica che resta”, me resultó muy significativa. Aunque los autores han declarado que es una canción de amor, es bien sabido que el espectador puede completar la obra e interpretarla según una segunda o tercera lectura que vaya más allá de la evidencia más obvia. Por eso, sin saber si fue el objetivo de los autores, yo interpreto “Musica che resta” como una canción de amor, pero no entre dos personas, sino entre la Música y su intérprete. Y no me refiero a un tipo o género de música concreto o particular, sino a la Música por antonomasia, esa Música que ha acompañado a la humanidad desde sus comienzos, la idea abstracta y eterna de música al estilo platónico, la verdadera Música que permanece y permanecerá (“Sei la melodia e non passerai, mai..., siamo musica vera che resta”). Si hacemos esa lectura, el texto de la canción adquiere otro significado, otra dimensión. El músico declara su amor a su amada, la verdadera Música, esa que besa el alma (“baciami l’anima”), a la que quiere conocer profundamente, en su esencia (“mostrami la parte del tuo cuore che nascondi nel profondo”), a la que ha reconocido entre la confusión actual (“ti ho riconosciuta nella confusione”), a la que quiere proteger (“amore abbracciami, voglio proteggerti”), porque en un mundo de oscuridad, la verdadera Música destacará brillando, como el sol en un día de lluvia (“siamo il sole in un giorno di pioggia”), como brilla la belleza en el mundo de las ideas eternas de Platón.

Alesandro Quarta  en primer plano. Gianluca Ginoble, Ignazio Boschetto y Piero Barone al fondo
(Créditos: Rai1)














Reflexionando sobre este significado que yo misma había atribuido a la canción, inevitablemente me vinieron a la mente esos hombres del Renacimiento que, después de la Edad Media, considerada una época caótica y oscura, buscaron la luz en la filosofía neoplatónica y el concepto de belleza de la Antigüedad clásica. Sin embargo, los grandes humanistas y artistas del Renacimiento no imitaron de forma servil el clasicismo griego y romano sino que, inspirándose en él, lo renovaron enriqueciendolo y adaptándolo a los nuevos tiempos y, gracias a su inmensa creatividad, consiguieron modelar un mundo nuevo dando paso a la era moderna. No fue una tarea fácil: en los primeros momentos tuvieron que enfrentarse a la incomprensión y -por qué no decirlo-, a la incultura y los prejuicios, pero consiguieron crear uno de los periodos artísticos más brillantes de toda la historia. Y en ese momento, pensé: estos cuatro hombres (Gianluca, Ignazio, Piero y Alessandro) se están enfrentando a la misma incomprensión de un hombre renacentista ante los dogmatismos medievales. Porque la Edad Media creó mucha belleza y obras de arte inconmensurables, pero mantenía la rémora del dogmatismo que le impedía la renovación y la evolución cuando su tiempo ya había concluido. Il Volo, igual que los hombres del Renacimiento, se inspiran en la tradición y el clasicismo, pero no por ello dejan de ser artistas de su tiempo, es más, me atrevo a decir que, tal vez, ellos son el futuro. Seguramente no son el futuro inmediato, pero pueden ser el futuro. Su propuesta es innovadora y original, puesto que se aparta de la marabunta de cantantes jóvenes actuales, aunque cierta crítica musical parece empeñada en que renuncien a su particularidad y se sumen a la masa.

Muchos periodistas insisten en que Il Volo hace una “música vieja”, no contemporánea, pero ¿qué entienden ellos por música contemporánea? En historia se considera que el arte contemporáneo comienza a finales del siglo XVIII. En ese caso, la música de Verdi o Puccini es absolutamente contemporánea. Sin embargo, me temo que la crítica musical considera contemporánea a las corrientes musicales que aparecen, esencialmente, a partir de los años 50’, 60’, 70’ y 80’ del siglo pasado con la aparición del rock, el pop y de todas las corrientes musicales populares que surgieron a partir de mediados del siglo XX. Se puede alegar que otros géneros o estilos, como el rap o el trap, han aparecido más recientemente. Sin embargo, yo considero que estos movimientos musicales son derivaciones, propias de una fase manierista, de los movimientos surgidos en el siglo pasado. Recordemos, por ejemplo, que el célebre lema "sexo, drogas y rock and roll" (entendiendo "rock and roll" como símbolo de música popular) es el que sigue rigiendo los textos de la música trap, con el añadido de la violencia y el machismo que, por cierto, deberían hacer sonrojar a muchos críticos considerados "progresistas". Por tanto, me temo que lo que algunos periodistas llaman "música contemporánea" tiene ya entre 60 y 70 años de antigüedad y de innovadora tiene poco. Era novedosa cuando muchos de estos críticos (en su mayoría mayores de 50 años) eran jóvenes, pero hoy en día ya no se puede considerar original, sino todo lo contrario, es la música establecida en el sistema. Evidentemente, la música popular que surgió en la segunda mitad del siglo XX proporcionó artistas y piezas musicales de una calidad extraordinaria y que, en su momento, supusieron una auténtica revolución cultural: Elvis Presley, los Beatles, los Rolling Stones, Bob Dylan, Simon and Garfunkel, David Bowie, los Sex Pistols, Pink Floyd, Led Zeppelin y tantos otros ya son clásicos y nos han dejado un patrimonio artístico de incalculable valor que debe ser apreciado y disfrutado hoy y siempre, pero su época de auge fue el siglo pasado, cuando tenía sentido ser provocador y transgresor, no el XXI cuando las provocaciones y las transgresiones son un “déjà vu” que ya no consigue provocar ni epatar a casi nadie. Muchos críticos se han quedado anclados en esa época gloriosa pero ya pasada y, curiosamente, cuando encuentran a un grupo que hace una propuesta diversa, que se aparta de la legión de cantantes que pueblan el panorama musical, les llaman anticuados, sin darse cuenta que ellos son los decadentes porque defienden unas líneas maestras propias del siglo pasado y que quieren mantener más por nostalgia, ideología e intereses comerciales que por innovación o criterios artísticos.

Piero Barone mira con admiración la interpretación 
de Alessandro Quarta (Créditos: Rai1)


El llamado "jurado de honor" de San Remo, aunque aparentemente estaba formado por personas diversas, demostró estar totalmente imbuido en ese mundo de perjuicios del sistema establecido que deriva de la segunda mitad del siglo XX. A pesar de que la actuación de Il Volo con Alessandro Quarta puso en pie al teatro Ariston y fue la más votada por los espectadores, en la clasificación de los "expertos" del jurado de honor quedaron ¡los últimos!, algo inexplicable si no se ve a la luz de una esclerosis mental verdaderamente preocupante. Efectivamente, ese jurado no había sido capaz de captar el verdadero renacimiento cultural que había supuesto la actuación que habían tenido el privilegio de contemplar porque, igual que algunos poderes de finales de la Edad Media, no tenían la mente suficientemente abierta debido a su anclaje en ciertos dogmatismos. Es más, la negativa a reconocer el valor artístico de la actuación de Il Volo y Alessandro Quarta llevó a la organización del Festival de San Remo a incumplir su propio reglamento, según el cual el premio al mejor dúo sería concedido al más votado de la noche. Como se puede comprobar por las puntuaciones publicadas por la misma organización, el dúo más votado por los espectadores y por la suma de los tres jurados fue el de Il Volo con Alessandro Quarta. Sin embargo, el premio se entregó a Motta con Nada, alegando que lo concedía el jurado de honor (criterio que no estaba contemplado en el reglamento). Pero lo más escandaloso fue comprobar que ni siquiera ese criterio establecido sobre la marcha era cierto, puesto que Motta tampoco fue el más votado por el jurado de honor, sino el tercero, por lo que resulta inexplicable la concesión del premio al mejor dúo a unos artistas que no cumplían con ninguna de las condiciones establecidas, salvo que se considere que el único objetivo era evitar que Il Volo obtuviera algún reconocimiento en el festival.

De cualquier forma, hay algo que nadie podrá evitar: que la verdadera Música, esa que brilla con una belleza imperecedera, esa que no se contamina con adherencias ajenas a su esencia, esa que permanece, brille como el sol en un día de lluvia.


Como se puede comprobar leyendo el propio reglamento del Festival de San Remo y viendo los resultados oficiales de las votaciones de la sesión, el premio al mejor dúo del festival le debería haber correspondido a Il Volo con Alessandro Quarta. El premio fue concedido a Motta que no cumplía los requisitos requeridos en el propio reglamento.






Actuación completa de Il Volo y Alessandro Quarta en el Festival de San Remo el 8/2/2019 (Créditos: Rai1) 


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01 junio 2019

Il Volo ¿víctima de bullying?

Il Volo en la final del Festival de Sanremo el 9 de febrero de 2019
(Foto: Angelo Trani)

Leer en italiano 

En febrero de 2018 publiqué un artículo titulado Il Volo en la era de la posverdad en el que, entre otras cosas, describía el trato que una parte importante de la prensa italiana dispensaba al grupo musical Il Volo. Desde entonces las cosas no han cambiado, es más, han empeorado gracias a la participación del grupo como concursante en el festival de San Remo 2019. En este evento se han producido una serie de hechos que algunos, entre ellos el mismo grupo musical, han calificado de bullying. En este artículo vamos a intentar analizar los acontecimientos y determinar si, efectivamente, se ha producido acoso o este calificativo puede ser considerado una exageración.
 

Antecedentes de los hechos


 Desde la victoria inesperada de Il Volo en el festival de San Remo 2015 y al no poder imponer a su favorito como ganador por la masiva respuesta popular en el televoto, un sector de la prensa especializada entraba en estado de cólera e iniciaba una labor sistemática de descrédito del grupo. Sin embargo, en 2019 muchos críticos musicales ya estaban preparados antes de comenzar el festival y empezaron su labor desde el primer momento. Cuando las canciones fueron dadas a conocer a puerta cerrada para la prensa, aparecieron las valoraciones de la crítica. Algunos se mantenían más o menos en la imparcialidad, pero otros empezaron a mostrar sus intenciones diciendo: “es una canción inaudible”, “la letra es banal”, “es barroca y kitch”, “esta canción está dirigida a un público americano ignorante”, “la canción está pensada para que brillen sus voces”, en fin, lo de siempre, como si tuvieran que pedir perdón por cantar bien y no intentar adoctrinar al público. Y, finalmente, salió la frase preferida por algunos críticos, especialmente por aquellos que ya superan ampliamente los 40, 50 o 60 años: “son jóvenes viejos que hacen música para viejos”, frase con la que se intenta denigrar simultáneamente a los chicos de Il Volo (que tienen entre 24 y 25 años) y a todos sus seguidores.

Descripción de los hechos


Empezó el festival y, a pesar de la calurosa acogida del público en la primera actuación del grupo, se seguían lanzando los mismos mensajes en los medios de comunicación y en las redes sociales, entre otras cosas para intentar amedrentar a cualquiera que osara ir en contra de su doctrina y se le ocurriera decir que le gustaba la canción de Il Volo. Al mismo tiempo, empezaban a alabar a otras canciones, como aquella dedicada a glorificar las sustancias estupefacientes poniendo como modelo a seguir a celebridades que habían arruinado su carrera e, incluso, acabado con su vida gracias al consumo de pastillas y drogas. Pero mientras esta canción era calificada de “pura poesía” y “obra de arte” en la televisión, a Il Volo se le ignoraba o se le menospreciaba. Es más, algunos periodistas que se atrevieron a elogiar la canción y la interpretación de Il Volo, fueron increpados por los cabecillas de un grupo “antiVolo” (1).

Llegó la cuarta sesión del festival e Il Volo interpretó su canción junto al violinista Alessandro Quarta. La actuación, simplemente extraordinaria por parte de los cuatro y de una originalidad absoluta, entusiasmó de tal forma al público del teatro Ariston que, puesto en pie, les tributó una ovación clamorosa. Al mismo tiempo, y como se supo después, el grupo se situaba en primera posición en las votaciones a pesar de que el “jurado de honor” (formado en su mayoría por personas que nada tienen que ver con la música como cocineros y actrices), haciendo gala de su “imparcialidad”, les dejaba los últimos en su clasificación.

De nuevo saltan todas las alarmas. Ciertos periodistas redoblan sus críticas y en las entrevistas se observa una clara hostilidad hacia Il Volo que no aparece con otros participantes. En un programa de televisión, una periodista intenta convencer al grupo que tiene que cambiar de género, opinión insólita puesto que su género es el que les ha dado el éxito y, teniendo en cuenta que son el único grupo de menores de 25 años que cultivan el pop-lírico ¿por qué tendrían que abandonar el género en el que son únicos para unirse a los cientos de miles de cantantes pop, rock, rap o trap que ya existen en el mundo? Otro de los periodistas presentes dice que su dúo con un violinista les ha hecho dar tres pasos hacia atrás porque el violín es un instrumento clásico. Otro argumento absurdo, en primer lugar porque no sé por qué usar un instrumento clásico tiene que ser un retroceso, en segundo lugar porque muchos músicos rock o pop han usado violines y, en último lugar, porque Achile Lauro, loado por la crítica musical, había cantado el día anterior con un cantante que tocaba el piano, instrumento también “clásico”(2). En definitiva, nada nuevo. El prejuicio contra ellos es evidente, pero es el que siempre han mostrado muchos periodistas desde la famosa rueda de prensa en 2015 en la que los chicos de Il Volo, más que entrevistados, fueron atacados de forma feroz.

Pero el día de la final, el 9 de febrero de 2019, se llega a una situación estrambótica, con la aparición en las redes sociales de unos vídeos de la sala de prensa que resultan verdaderamente insólitos. En uno de ellos, aparecen algunos de los periodistas que debían juzgar con imparcialidad la calidad de las canciones y los artistas participantes. Estos periodistas, en vez de prestar atención a la canción que se está interpretando (que es Musica che resta de Il Volo), se están riendo hasta que uno de ellos, de edad bastante avanzada y haciendo unos aspavientos grotescos, chilla “in galera” (a la cárcel) cuando los cantantes acometen el estribillo sacando a relucir sus magníficas voces. Toda esta escena es rematada por las risotadas y los aplausos de otros de sus colegas allí presentes. El resto guarda silencio como si no estuviera pasando nada.

En otros vídeos se ve la sala de prensa esperando que se proclamen los puestos de los tres finalistas presentes en el escenario. Cuando se anuncia que Il Volo es tercero y que, por tanto, no serán los vencedores, una gran parte de los periodistas presentes estallan en un alarido de júbilo mientras que se oyen insultos y expresiones ofensivas, como la que profiere una voz femenina que dice “merdes” (mierdas). Finalmente, cuando se proclama al vencedor, Mahmood, la sala de prensa estalla de alegría, los presentes saltan y gritan como si les hubiera tocado la lotería y, después, cuando el ganador vuelve a cantar su canción, bailan, cantan y celebran la victoria como si el premio lo hubiera ganado alguien de su familia. Verdaderamente increíble, teniendo en cuenta que la sala de prensa es uno de los jurados del concurso. 

El periodista Paolo Giordano reconoce que los chicos de Il Volo 
fueron ofendidos en la sala de prensa de San Remo  
("Quarta Repubblica", Canale 5, 11 febrero de 2019)

Al mismo tiempo que se publicaban esos vídeos, algunos periodistas integrantes del jurado publicaban en Twitter comentarios muy ilustrativos que nos dan a conocer muy claramente su actitud y sus intenciones respecto al grupo. La misma periodista que publicaba el famoso vídeo donde se deseaba la cárcel para los chicos de Il Volo, al comienzo de la final de San Remo escribía: “Antes de que empiece todo quiero deciros que, si Il Volo acabara el último, yo sería muy feliz”. Verdaderamente, es muy triste que una persona necesite que unos cantantes queden últimos en un festival para ser feliz; sin embargo no era la única: otro periodista de la autodenominada “Brigada AntiVolo” juraba por Dios que si no ganaba Il Volo, invitaba a desayunar a la primera persona que encontrara en el bar y, en otro mensaje se dirigía de nuevo a Dios pidiéndole que no hiciera vencer a “las tres cosas” (las tres cosas son Gianluca, Ignazio y Piero). Este último periodista, con derecho a voto en el jurado de prensa, seguía el festival desde su casa, pero estuvo todo el tiempo publicando sus “reflexiones” e interactuando con sus compañeros presentes en la sala de prensa. Los comentarios de este periodista son muy significativos porque ponen en evidencia lo que implícitamente ya sospechábamos. Vamos a transcribir algunos de estos comentarios por orden cronológico:
  • El día 5 de febrero, el primer día del festival, cuando los chicos de Il Volo salen al escenario dice: “Mandad a la cama a los niños. Apagad los amplificadores de los abuelos. Llamad a las fuerzas del orden. Ha llegado Il Volo
  • El 9 de febrero, día de la final, publicó varios comentarios alusivos a Il Volo. Cuando su compañera saca a la luz uno de los vídeos ofensivos, comentaba así: “Mucho amor para la mítica Brigada AntiVolo, de la cual me honro de formar parte” y añadía “Estoy seguro que la Brigada AntiVolo de la sala de prensa está ocupando mi lugar en este momento difícil
  • Cuando se supo que Il Volo estaba entre los tres finalistas, este hombre entra en estado de desesperación, casi de ira, diciendo: “Clasificación alucinante: Il Volo entre los tres primeros. Más que silbar, se debería devastar el Ariston. Y ahora no debemos dispersar el voto. De otra forma nos arriesgamos a encontrarnos las tres cosas”, y añade: “El festival musicalmente más “contemporáneo” de siempre, corre el riesgo de coronar de nuevo a tres jóvenes-viejos. Esto es Italia, belleza
  • Cuando, finalmente, se sabe que Il Volo no ganará el festival, escribe: “Peligro conjurado, repito: peligro conjurado. Abandonad los refugios antiatómicos. El país está a salvo
Los vídeos y los comentarios se hacen virales en las redes sociales y al día siguiente llega el escándalo. Varios medios de comunicación se hacen eco de la actitud de la sala de prensa, no solo en lo que respecta a Il Volo, sino también en lo que respecta a Ultimo, el cantante que quedó en segunda posición y que tuvo un enfrentamiento con los periodistas en la rueda de prensa posterior a la proclamación del vencedor. Hay que decir que la repulsa ante la actuación de estos periodistas es prácticamente unánime e Il Volo recibe la solidaridad de compañeros de profesión y bastantes periodistas (3). Il Volo publica un comunicado en donde, entre cosas, declaran que se sienten víctimas de bullying y algunos de los presentes en la sala de prensa reconocen que hubo insultos y burlas hacia Il Volo.

Comunicado publicado por Il Volo respecto a lo
sucedido en la sala de prensa de San Remo
(Il Volo, 11 de febrero de 2019)
Ciertos periodistas implicados en las ofensas y otros representantes de la profesión se disculparon tímidamente, aunque intentando justificarse con algunos argumentos poco consistentes. Por ejemplo, se decía que en la sala había muchas personas “invitadas”, que no eran periodistas con derecho a voto en el festival, que eran las que podían haber gritado los insultos y grabado los vídeos. También argumentaban que la expresión “in galera” era la reproducción de un famoso gag y que, por tanto, era una broma sin importancia, como la que podría hacer cualquiera en su casa o en una reunión de amigos en un restaurante. Por último, indican que ellos solo habían autorizado a la Rai a grabar y difundir imágenes de la sala de prensa y que, por tanto, se había vulnerado su intimidad en su ámbito de trabajo. A todo esto hay que responder que los vídeos y los comentarios que hemos citado en este artículo han sido publicados en las redes sociales por periodistas con derecho a voto en el festival, ninguno era un invitado ajeno a la profesión y al jurado de prensa; que ellos no estaban en una cena entre amigos, sino que eran miembros del jurado del festival de música más importante de Italia donde unos profesionales se están jugando, en unos casos más que en otros, su futuro profesional. Y respecto al “gag”, hay que preguntarse por qué la broma ridiculizante se tenía que dirigir a los de siempre, es decir, a Il Volo, cuando había otros 23 concursantes para elegir. El periodista que hemos tomado como modelo  de “crítico antiVolo”, también publicó un comentario en Twitter en el que trataba de minimizar lo sucedido diciendo: “Ahora el asunto está resultando ridículo: realmente, dos de ellos me resultan muy simpáticos, pero musicalmente no me gustan y por eso uso la ironía con ellos desde hace tiempo. Es todo. Hablemos de bullying para cosas más serias, por favor”.

No quiero extenderme más sobre los hechos porque el objeto de este artículo es determinar si, efectivamente, Piero, Ignazio y Gianluca son objeto de acoso por parte de las redes sociales y de algunos miembros de la prensa, pero si alguien quiere más información sobre los acontecimientos, puede consultar un artículo de Patrizia Ciava (4) que describe con detalle los hechos que han rodeado a este Festival de San Remo 2019.

Características del acoso psicológico o moral

Por desgracia, debido a mi trabajo como profesora, me he encontrado con algunas situaciones de acoso y he tenido que aprender a detectar sus características para prevenirlo o intervenir cuando se produce. A continuación, vamos a desgranar las características del acoso para determinar si, efectivamente, el grupo musical Il Volo sufre algún tipo de acoso por parte de un sector de la prensa y los haters en su propio país.

Hay muchos tipos de acoso, y entre los más habituales están el acoso escolar (bullying) y el acoso laboral (mobbing). Podríamos decir que un posible acoso a un grupo musical por parte de la prensa especializada debería ser considerado acoso laboral. Sin embargo, por la actitud de los presuntos acosadores (en muchas ocasiones propia de adolescentes) presenta características de bullying o acoso escolar. En cualquier caso, en el supuesto de que se confirmara que existe, se trataría de una forma de acoso psicológico o moral.

Las víctimas del acoso psicológico suelen ser personas que se distinguen y se diferencian del grupo por algunas características y, frecuentemente, por su excelencia. En el ámbito escolar y laboral, muchas veces son los más inteligentes, trabajadores, colaboradores e, incluso, los más atractivos. Todos aquellos que destacan por sus buenos resultados, su capacidad y trabajo pueden ser el blanco de los acosadores, generalmente menos brillantes que ellos. También es frecuente que las víctimas sean personas que no se dejan arrastrar por el grupo mayoritario, que mantienen unos gustos diferentes, que manifiestan unos valores no generalizados y que, además, se muestren firmes en sus convicciones. En definitiva, suelen ser personas que destacan y se diferencian del “rebaño” y que, por ello, se convierten en objetivo a batir por los líderes del grupo que se creen en el derecho de imponer las reglas.

Suele haber diferentes grados de responsabilidad en el grupo de los acosadores. Siempre hay uno o unos pocos líderes o “matones” que son los que ejecutan directamente el acoso y marcan las pautas. Luego suele haber un grupo, más o menos nutrido, de colaboradores. Estos siguen las directrices marcadas por los matones y colaboran con ellos, aunque no lleven la iniciativa. Y después tenemos una gran masa de “espectadores”, personas que ven el acoso y que dejan hacer sin intervenir o, incluso, ven con buenos ojos la situación. Es fundamental tener bien controlados a los espectadores para que el acoso sea efectivo; para ello los líderes tienen que hacer sentir al colectivo que ponerse de parte de las víctimas no solo está mal considerado, sino que pueden correr el peligro de convertirse ellos mismos en víctimas.

Las estrategias que utilizan los acosadores son muy variadas, pero entre las más frecuentes encontramos las siguientes:
  • Aislamiento social.- Se trata de ignorar, de ningunear a la víctima para menospreciarla, silenciando y no teniendo en consideración cualquier mérito que pueda tener para así conseguir su exclusión social. Il Volo lleva diez años de carrera en los cuales ha actuado en grandes eventos mundiales y para grandes personalidades, ha llenado algunos de los teatros más prestigiosos del mundo, ha completado giras mundiales, vendido muchísimos discos en multitud de países, pero la prensa italiana apenas se ha hecho eco de muchos de estos logros mientras que dedican muchísimo espacio a otros cantantes que fuera de Italia ni siquiera se conocen.
  • Distorsión de la imagen.- Se trata de ofrecer una imagen negativa de la víctima. Cualquier cosa que hace o que no hace la víctima es presentada como negativa y, con mucha frecuencia, se miente atribuyendo a la víctima hechos, características y actitudes que no se corresponden con la realidad o que se exageran hasta el extremo. En muchas ocasiones, Gianluca, Ignazio y Piero han sido presentados como altivos, pretenciosos, antipáticos e, incluso, se le han atribuido declaraciones y hechos distorsionados o directamente falsos. El objetivo de todo esto es conseguir crear una imagen negativa de la víctima para que los “espectadores” y, en general, la sociedad perciba que la víctima es merecedora del maltrato e, incluso, que muchos otros se unan al grupo de acosadores.
  • Maltrato psicológico.- El desprecio, la falta de respeto, las manifestaciones de odio, la ridiculización, la imitación burlesca, los insultos son ejemplos claros de maltrato psicológico. Con ellos se trata de potenciar la mala imagen que se quiere ofrecer de la víctima frente a los demás y, simultáneamente, dañar emocionalmente a la víctima y socavar su dignidad. Muchas críticas periodísticas que se hacen al grupo están llenas de esta clase de desprecios, motes  y ridiculizaciones que ya son bastante significativas en este sentido, pero si alguien tenía alguna duda a este respecto, las burlas e insultos en la sala de prensa del Festival de San Remo 2019 se pueden calificar sin ninguna duda como maltrato psicológico. Para justificar todo esto, ante ellos mismos y los demás, los acosadores tratan de convertir a las víctimas en “cosas”, eliminar su condición humana para que se vea justificado un comportamiento tan deleznable. Solo hay que recordar que el periodista de la “Brigada Antivolo” les llama “las tres cosas”, tratando de deshumanizar a los tres chicos para así justificar el trato que les estaba dispensando.
  • Sometimiento.- Los acosadores intentan que las víctimas se sometan y para ello tratan de que actúen contra su voluntad. En el caso de que las víctimas sean personas que se apartan de los cánones o prototipos que se quieren imponer, se trata de que renuncien a sus características y cualidades asimilándose al grupo. Con esto se consigue doblegar a la víctima y reafirmar el poder de los acosadores ante los “espectadores”. La insistencia de algunos periodistas en que los chicos de Il Volo cambien su género musical, su imagen e, incluso, su forma de cantar renunciando a todo el potencial de sus voces, va en este sentido.
  • Prolongación en el tiempo.- No se puede hablar de acoso cuando se produce un hecho aislado, sino cuando las acciones acosadoras se repiten y se prolongan en el tiempo. Parece evidente que la actitud hostil de un sector de la prensa no se ha limitado al día de la final del festival de San Remo 2019, sino que se viene produciendo en Italia, al menos, desde el festival de San Remo 2015.
  • Negación del acoso y culpabilización de la víctima.- Cuando el acoso es denunciado y sale a la luz, los acosadores y sus cómplices no suelen admitir que haya existido. Casi siempre se dice que la víctima o los denunciantes exageran, que solo han sido bromas inofensivas o que la víctima es la culpable por ser una persona “rara”, por provocar el rechazo de los demás o por ser demasiado susceptible. Un ejemplo de este comportamiento lo tenemos en el periodista de la “Brigada AntiVolo” que opina que es “poco serio” hablar de bullying al comentar el comportamiento de la prensa en el evento musical más importante de Italia con una audiencia de unos diez millones de espectadores. En muchas ocasiones, todo esto hace que la víctima llegue a considerar que es la culpable de lo sucedido.
Evidentemente, en el caso que nos ocupa no se ha llegado a la intimidación, las amenazas y el ataque físico que, por desgracia, se manifiestan en otros casos de acoso, pero creo que es bastante evidente, por lo que acabamos de analizar, que ha existido acoso psicológico. No conozco personalmente a Gianluca, Piero e Ignazio y, por tanto, no sé cómo les ha podido afectar todo esto, aunque estoy segura que se han tenido que sentir tratados injustamente, sobre todo si tenemos en cuenta que esta situación, que ahora se ha manifestado más claramente, se viene produciendo desde hace años. Sin embargo, estos chicos cuentan con apoyos importantes que minimizan los posibles daños. En primer lugar, al salir a la luz el comportamiento de la prensa en San Remo, se ha levantado una oleada de solidaridad hacia ellos entre otros artistas y cantantes e, incluso, entre miembros de la prensa que no han participado de forma activa en estos “aquelarres”, aunque algunos llevaban años callando algo que era evidente. Por otra parte, estos chicos cuentan con un equipo muy sólido a sus espaldas, unas familias que les han apoyado siempre y una multitud ingente de seguidores y fans en Italia y en el mundo. Sin embargo, las víctimas de acoso (aunque a veces no lo digan e, incluso, no lo quieran admitir), necesitan saber que, de alguna manera, se ha hecho justicia y que ellos no eran los “malos de la película” sino que ese papel ha sido desempeñado precisamente por sus acosadores. En caso contrario, se puede producir el hecho paradójico de que crean que todo lo que ha sucedido se lo tenían merecido por no someterse a las exigencias del grupo de presión que trata de imponer sus normas.

Piero, entrevistado por Silvia Toffanin, comentando la actitud de parte
de la crítica musical hacia ellos en el programa “Verissimo” de Canale 5 
(30 de marzo de 2019)

Todavía queda por analizar una importante cuestión ¿Por qué ha sucedido todo esto? Es una pregunta difícil a la que, tal vez, habría que dedicarle un artículo completo. Muchos indican que uno de los sentimientos más dañinos del ser humano, la envidia, puede estar detrás de estos comportamientos y es posible que haya influido, pero me temo que la respuesta es mucho más compleja. Detrás del rechazo de una parte de la prensa italiana y de algunos haters de las redes sociales creo que hay aspectos culturales, económicos, ideológicos y de ingeniería social, algunos muy evidentes y otros más soterrados. Como he dicho, este análisis necesitaría mucho más espacio, pero vamos a apuntar aquí una pequeña pincelada. Gianluca, Piero e Ignazio, por su género musical y por su imagen, se han convertido en un símbolo de juventud limpia, de vida ordenada y familiar, que busca la excelencia profesional y cultural, que anteponen la calidad artística a otros valores extramusicales, que se dirigen a un público exigente, que basan su éxito en el esfuerzo, la preparación y el trabajo, que presentan una imagen elegante y pulida y que valoran la tradición y la historia de su país. Por alguna razón, este no es el prototipo de juventud que ciertas personas influyentes quieren imponer e Il Volo se ha convertido en una amenaza para su proyecto de modelo social. Estos grupos de presión se sienten tan poderosos y capaces de formar, según sus estándares, a todo el público que se han creído impunes y, por eso, se han manifestado tan claramente en esta ocasión. Y, efectivamente, los sectores más vulnerables e influenciables de la sociedad están claramente abducidos por los modelos prefijados (especialmente niños y adolescentes por su mayor necesidad de pertenencia al grupo), pero existe una importante parte de la población que todavía tiene criterio propio. Yo sigo confiando en la inteligencia y la libertad del ser humano y, por tanto, Il Volo seguirá teniendo a gran parte del público de su parte.






  1.  La revista “TV Sorrisi e Canzoni”, al terminar el festival de San Remo, hacía saber a sus lectores que algunos periodistas se burlaron de integrantes del equipo de esta revista cuando cantaban y aplaudían la canción de Il Volo. Véase la presentación que se incluye al final de este artículo.
  2. Estos argumentos fueron defendidos en el programa “Italia Si” de Rai 1 del 9 de febrero de 2019, por los críticos musicales Marinella Venegoni y Andrea Laffranchi.
  3. El periodista Michele Monina, habitualmente muy crítico con ellos, publicó un vídeo junto a Il Volo, como muestra de apoyo al grupo, y en una entrevista reconoce que son habituales estos episodios en la sala de prensa de San Remo. Véase la entrevista "Sanremo 2019, Michele Monina: "Insulti a Il Volo en sala stampa? In passato anche di peggio", en Blitz Quotidiano.
  4. Patrizia Ciava (Trishadria): "Sanremo 2019: Il Volo e il bullismo della stampa" en el blog Italia ri-unita, 2 de marzo de 2019.


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